Historia de Mario García
Extraída del Libro Cimientos para el desarrollo Personal. Una guía para el Ejecutivo
Autor: Isidro Huerta Pérez
Antonio Octavio Colmenares y Vargas, editor
Mario García camina con una buena postura, como si de la coronilla de su cabeza tuviera un hilo imaginario de donde pendiera, camina rápido, lo cual proyecta importancia, confianza y felicidad, se dirige a un restaurante, asiste a un desayuno con algunos amigos, siempre tiene presente la importancia de la respiración, así que procura tener una respiración pausada, profunda, acompasada y se apalanca en ella para su expresión.
Al llegar a la entrada del restaurante se detiene en la puerta algunos segundos proyectándose como una persona importante.
Antes de dar un paso, procura hacer contacto visual con algunos comensales, identifica a sus amigos en la mesa y con paso firme y seguro se dirige hacia ella; es importante señalar que desde su aparición en el restaurante no acercó sus manos a la cara, ni se acomodó la corbata y el saco.
Cabe mencionar que esta historia se da en el mes de Julio que es una temporada de lluvia, por lo que, además de su portafolios, trae su gabardina, es mucho más cómodo traer en una mano su gabardina y en la otra el portafolios, sin embargo Mario, consciente de su lenguaje no verbal al entrar al restaurante carga su portafolios en la mano izquierda y su gabardina en su brazo izquierdo también, ya que esto proyecta una imagen de orden y pulcritud además de que su cuerpo está abierto y tiene la posibilidad de extender su brazo derecho para saludar.
Después de la reunión con sus amigos, Mario debe asistir a una cita con el Gerente de Recursos Humanos de una empresa que está interesada en sus servicios.
Mario llega a su cita con anticipación. Nuevamente, con paso firme y seguro se acerca al área de recepción, siempre con una sonrisa y con una expresión relajada y segura, cortésmente se anuncia y la señorita le ofrece tomar asiento mientras espera a ser atendido.
Mario sabe que será mejor permanecer de pie, por varias razones, una porque denota seguridad y diligencia y además compensa el poder de negociación de su entrevistador.
Después de unos minutos le indican que puede dirigirse a la oficina de Recursos Humanos, se encamina a ésta, se detiene en la entrada unos segundos y posteriormente se dirige hacia el escritorio en donde se encuentra el Gerente de Recursos Humanos, quien lo entrevistará.
Mario le ofrece una mano firme y con buen tono muscular, proyectando confianza y seguridad, frente al escritorio se encuentran dos sillas, una a cada lado del escritorio, dichas sillas están perfectamente dispuestas frente al escritorio, sólo cuando le ofrecen tomar asiento, él toma la acción de sentarse, no antes.
Nuevamente consciente de la importancia de su comunicación no verbal, decide tomar la silla tomándola del respaldo para colocarla en ángulo recto en relación a la posición del entrevistador, ¿por qué lo hace?, lo hace porque Mario quiere crear una relación con su entrevistador, creando empatía, ya que sentarse de frente al entrevistador causa una confrontación física con él, además de que le otorga más poder en la negociación que llevará a cabo.
Se sienta de la mitad del asiento hacia atrás, ya que si se sentara de la mitad hacia delante daría la impresión de inseguridad o que tiene mucha prisa por marcharse, además de que su colocación es asimétrica colocando sólo un brazo en el descansabrazos. La espalda recta y no cruza los brazos.
Mientras continúa la entrevista, Mario mantiene su cuerpo abierto y gesticula con las manos dejando ver sus palmas de vez en vez y separa los brazos del cuerpo, y al hacer ademanes los hacer en forma muy lenta, siempre en concordancia con su discurso para reforzar lo que quiere comunicar.
Él ha decidido no cruzar sus piernas en esta ocasión y mantiene las plantas de los pies firmes en el piso, ya que esto proyectará firmeza y seguridad. Mario sabe que también puede tener las piernas cruzadas correctamente.
Durante el desarrollo de la entrevista, de repente acomoda sus manos entrelazando sus dedos , lo cual denota recato y refleja que se apega a las reglas, asimismo evita tocarse el cuello,, llevarse las manos a la boca o a la cara y mantiene un contacto visual con los músculos relajados de la cara y con una sonrisa. Una vez que hubo terminado la entrevista agradece la oportunidad y se retira.
Isidro Huerta Pérez
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